
CONCEJOS
Los concejos, con más de 1000 años de existencia y que surgen en el Reino de León a raíz del sistema de poblamiento, han demostrado su efectividad y bajo coste administrativo a lo largo de los siglos y, debido a sus características únicas, siguen siendo validos hoy en día. El sistema ha recibido ataques en los siglos XIX y XX con intentos de modificación de leyes o incluso la amenaza de su eliminación, los intentos fueron vanos y los concejos mantuvieron su estatus. Actualmente el sistema es plenamente operativo, funciona y funciona muy bien. Concejos, juntas vecinales, pedanías, parroquias, nos demuestran que un sistema implantado entre los siglos IX y XI ha sufrido una evolución sin perder ni un ápice de efectividad, sigue cumpliendo a la perfección 1000 años después su cometido, la organización y el aprovechamiento de los bienes comunales sean de nacimiento o empadronamiento.

Existen dos grandes pilares sobre los que se asientan las juntas vecinales.
El primero es la propiedad, los usos y el aprovechamiento de lo común. Dentro de este apartado no solo tenemos la propiedad de los bienes y terrenos comunes, las juntas vecinales gestionan el uso y aprovechamiento de bosques y montes (madera, recolección de productos), pastos, cotos de caza y pesca, aprovechamientos hídrico tanto para el abastecimiento humano (de los mismos pueblos) como los derechos sobre cauces y aprovechamiento hidroeléctrico, disponen así mismo de la facultad de decidir sobre la instalación de elementos de energías renovables en las crestas de sus montes. Son las encargadas del cuidado y el mantenimiento de este patrimonio. Todos los elementos citados, generan recursos y ahorro al no tener que adquirirse, también la posibilidad de implantación de tasas, concesiones o alquileres, cantidades que íntegramente revierten en la junta vecinal, siendo esta la que lo gestiona y decide el destino de lo obtenido. La junta vecinal decide donde, como y cuando gasta lo obtenido.

Lo que si aparece claramente es la posibilidad de eliminación de la Junta vecinal si no cumple ciertos requisitos y plazos. El primero para la presentación de sus cuentas y el segundo sobre la valoración del ejercicio de sus competencias. En este último caso mediante Decreto de Gobierno. Pongámonos a temblar.
-Si la ley es publicada, todos los bienes, derechos y propiedades de las juntas vecinales que sean eliminadas, van a pasar a los Ayuntamientos y los Montes de utilidad Pública a la Junta de Castilla y León, las cuales gestionarán y administraran de la forma que consideren oportuno. Todos conocemos cuales son sus intereses principales. Estamos ante un robo manifiesto de la propiedad del común.
-Si la ley es publicada, el pastel se lo repartirán entre Ayuntamientos vacíos de competencias y arruinados por el Plan Montoro, la Diputación y la Junta, dejando a los pueblos abandonados y sin recursos para autofinanciarse, serán estas instituciones las que abrirán o cerraran el grifo, los vecinos no dispondrán de herramientas para seguir manteniendo sus pueblos, dependerán totalmente, en muchos casos, de lo que se decida en un despacho a cientos de kilómetros.

Manifiesto leído en la concentración del Frente de Defensa de las Juntas Vecinales realizada en la Plaza de Botines (León) el 9 de marzo 2013